“El ser humano por naturaleza apetece deseos fuertes, vehementes, caprichosos e inconstantes”

“Apenas son las cuatro” habla de personas inconformes que se encuentran a disgusto con la realidad, que sueñan con tener lo que idealizan en su pareja, pero que nunca lo encontrarán, porque la verdadera satisfacción está siempre en uno mismo con relación del “otro”.

Uno de los objetivos es encarar por medio de la obra, los miedos, inquietudes, frustraciones y deseos; jugando a imaginar lo que significa compartir el espacio, el dinero, los gustos y hasta el aire que se respira, con un alguien que aunque pasen los años, es el mismo individuo, pero con una evolución propia e irrepetible.

Simultáneamente solazarnos y divertir a los espectadores para purgarlos de todo aquello que no pueden cambiar, que les desagrada, les irrita y los amarga; exponiendo lo sombrío de los personajes para que al ver a su pareja puedan apreciar y recordar lo que los hace estar juntos de una forma divertida.

MONTAJE DE REPERTORIO






APENAS SON LAS CUATRO

Montaje con motivo del 75 aniversario del autor

Ahí sucede...

Durante la madrugada de un día entre semana, se abre el espacio para una discusión marital aparentemente normal, en donde la mujer Eulalia, envía a su marido Romualdo a tener una noche de desenfreno y de relaciones ilícitas con “mujeres de la calle”, con el único objetivo de darle un giro a su monótona vida; contrayendo verdaderos problemas, para pertenecer a su circulo social.


El verdadero conflicto se desarrolla a la llegada de Romualdo, puesto que no consiguió realizar su encomienda, por su intachable moral y sus arraigados principios éticos; que se verán trastocados a lo largo de la obra hasta llegar a niveles insospechados. Los personajes son una radiografía del macho mexicano y de la mujer abnegada, la diferencia radica en que los roles sociales están invertidos, provocando así, circunstancias verdaderamente atractivas al espectador.
Nuestro objetivo es encarar los miedos, inquietudes, frustraciones y deseos, jugando a imaginar lo que significa compartir el espacio, el dinero, los gustos y hasta el aire que se respira; con un alguien que aunque pasen los años, es el mismo individuo, pero con una evolución propia e irrepetible.

Simultáneamente solazarnos y divertir a los espectadores para purgarlos de todo aquello que no pueden cambiar, que les desagrada, les irrita y los amarga; exponiendo lo sombrío de los personajes para que al ver a su pareja puedan apreciar y recordar lo que los hace estar juntos y así, tal vez… brindarles una nueva oportunidad para conciliar sus vidas y sus almas.

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